Este 22 de abril presentamos los resultados preliminares del proyecto: Modelación digital de los patrones de movilidad peatonal en el espacio público, la relación entre el entorno construido y la sociabilidad urbana en el Centro Histórico de Cuenca que fue ganador de los fondos Inédita 2019 de la Senecyt. Pronto publicaremos también un video y un artículo. Aquí compartimos la experiencia del trabajo de campo y te dejamos la presentación completa de los resultados.
El trabajo de campo ocurrió en el centro histórico de Cuenca y duró 9 meses: de enero a septiembre del 2019. Consistió en la visita y paseo constante por la zona de estudio junto con entrevistas a personas que trabajan y habitan ahí. Se utilizó un diario de campo apoyado con mapas y fotografías de la zona además de la grabación en audio de las entrevistas y del sonido ambiente de los diferentes espacios. En una segunda fase también se utilizaron dos técnicas de sintaxis espacial para reconocimiento de patrones de movilidad, conocidas como SnapShot y Tracking con el fin de “espacializar”, es decir llevar a mapas, la dinámica existente entre las rutas de la guardia ciudadana y la de los comerciantes ambulantes. Esta última fase a diferencia de la precedente ocurrió únicamente en el Parque Calderón, una plaza ubicada en el corazón de nuestra zona de estudio.

Arcos de la calle Benigno Malo
Estas técnicas utilizadas en investigaciones urbanas aumentaron los apuntes en el diario de campo y permitieron un acercamiento al campo que no dependía únicamente de mis notas, sino que se evidenciaban en decenas de mapas que se iban acumulando en mi escritorio esperando ser transcritos al idioma digital donde pudieran ser revisados, utilizados e interpretados gracias al programa Space Syntax. Si bien pudiera hablarse de una mezcla de métodos cualitativos y cuantitativos o intentar hacer una comparación entre el trabajo de campo de notas y apuntes y la aplicación de métodos de Sintaxis Espacial junto con el programa que los interpreta, lo que me gustaría rescatar es cómo desde el trabajo de campo podemos hacer dialogar estos recursos y profundizar el conocimiento no solo de lo que estamos estudiando sino también de nuestros propios métodos de investigación, problematizar lo cualitativo y lo cuantitativo, el dato así como nuestras propias conclusiones es parte del trabajo interdisciplinario que desde Kaleidos queremos hacer en miras de proponer una etnografía experimental y colaborativa.
Si bien yo soy cuencana, vivo en el centro, a apenas siete cuadras de la zona de estudio, y este sector lo he transitado desde niña y lo conocía muy bien antes de comenzar el estudio, no puedo decir que el mismo no estuvo cargado de sorpresas y revelaciones que no hubieran existido de no realizar un prolongado trabajo de campo. La existencia de un árbol de duraznos en medio del parque que es cosechado por los trabajadores informales y los jardineros durante el mes de mayo, así como la existencia del archivo histórico de la Curia de Cuenca que alberga documentos del siglo XVI y al cual se accede atravesando una pequeña tienda de zapatos; fueron revelaciones que acompañaron mi labor y me permitían hacer apuntes desde el asombro de un centro histórico que si bien conocía, y lo había mirado siempre desde la curiosidad, no lo había visto a través una pregunta específica que me ligue al mismo.
Se encontraron varios patrones de movilidad alrededor del Parque Calderón, si bien algunos eran evidentes tan solo desde de la observación, el mismo trabajo de registro de las rutas de usos del espacio permitió vislumbrar como mucha de la movilización de las personas es errática dentro y a través de la plaza puesto que está lleno de personas dedicadas al ocio, al comercio informal (que simplemente se mueven detrás de los clientes), y de personal de vigilancia. Terminé identificándome y solidarizándome con el trabajo de los cuatro tipos de guardias: guardia ciudadana, policía nacional, guardias de tránsito y guardias privados, puesto que, como yo, su única labor era observar lo que la gente hacía, no sé si a la espera de que sucediera algo fuera de lo normal que les obligara a intervenir o con la esperanza de que no tuvieran que verse obligados a actuar ya que eso sería verse envueltos en una situación peligrosa o violenta. Frente a esto sus patrones de movilidad, si bien marcados en un terreno específico, no podían ser más que erráticos, repetitivos y resignados.

Intervención en protesta feminista

Trabajadores de San Francisco

Feligreses Catedral Nueva
En cuanto a las personas que se movilizan con fines más claros por la zona, quedó clarísimo como el centro histórico, que a pesar de estar mudando de un espíritu netamente comercial y festivo/religioso según la época, a uno de goce estético y hedonista para el turista, todavía está claramente sectorizado según el producto que vende. Tenemos sectores de venta de electrodomésticos, de joyas, de uniformes escolares, de telas, de productos al por mayor, de artesanías, de bancos, de comida, etc. Lo que a su vez dirige a las/os consumidores a cada una de estas zonas según el precio de cada producto ahí ofertado, por lo tanto, podemos encontrar gente de diferentes sectores enriquecidos o empobrecidos de la ciudadanía que acuden a los mismos según sus necesidades y posibilidades. Siendo las iglesias, en especial la Catedral el lugar donde todas/os confluyen sin la distinción tan clara y marcada en el resto de cuadras.
Si bien la gentrificación y el turismo están destruyendo las redes vecinales y moviendo los negocios no turísticos a otros sectores, tanto como en cualquier otraciudad del mundo mínimamente turística, el paro nacional de octubre que dejó un violento saldo de 8 fallecidos junto con la emergencia sanitaria producto del COVID- 19 puede cambiar radicalmente esto. Aún no sabemos si cuando se reactive la industria turística las personas seguirán queriendo viajar y si sus viajes los harán a países como el nuestro del cual no se espera sino crisis económica y social.
Durante el paro nacional, no podía creer que unas vallas metálicas, cordones de púas y un manojo de policías me prohibieran la entrada a una zona que visité casi todos los días por meses, una zona que además he transitado sin problemas durante toda mi vida. Ver cómo desde ahí salían bombas lacrimógenas y a su vez como ingresaban las bombas molotov fue impresionante. En estos primeros meses de 2020 he pensado mucho en la suerte de las decenas de trabajadores informales que día a día ofrecían variedad de productos a todos quiénes paseábamos por ahí, la mayoría eran mujeres que trabajaban con uno, dos hasta tres hijos. Con miedo también pienso que cuando las restricciones empiecen a levantarse probablemente muchos negocios ya no estarán ¿Habrán cerrado precisamente aquellos que la gentrificación y turistificación de la ciudad ya estaba alejando? Sin adelantarnos a lo que ocurra espero que este trabajo de campo, esta investigación pueda ser un importante aporte para lo que ya estamos viviendo y para lo que vendrá luego. Pronto estaremos con más actualizaciones.